Reconozco que soy la tonta de las bolas, así que cuando ví esta en cerámica no pude resistirme a comprarla.
Como estaba en verde la limpié y le realicé un pequeño agujero en la parte superior, luego la cocí en el horno cerámico para dejarla preparada para la decoración.
No tuve que pensar mucho, la pinté con 3 capas de pintura Duncan 20022, Chocolate marshmallow, que le dieron un tono casi negro al fondo, pero que tienen una particularidad, encuentras entre la pintura pequeños cristales que según los sitúes, cuando se cuezan y estallen en el horno producirán esas manchas tan particulares que la convierten en una pieza única.
Ya solo queda comprar varitas de incienso del olor deseado y situarlas en el agujero, prenderles fuego y perfumar toda la casa.
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